La agente educativa, Rossana González Collao, se despidió de los espacios educativos y en especial de su querido jardín infantil Pulpitos Regalones de Caleta Coloso.
Tras cumplir 32 años de servicio en la institución, la funcionaria más antigua de Fundación Integra en la región de Antofagasta se despidió de las aulas. Se trata de la agente educativa Rossana González Collao, quien se acogió a retiro tras dedicar toda su vida laboral al bienestar de los niños y niñas de la zona.
La Directora Regional de Integra, Allison Viveros Trincado, reconoció la trayectoria de doña Rossana quien inició su carrera funcionaria como asistente administrativa del jardín infantil que funcionaba en la ex oficina salitrera Pedro de Valdivia; tras su cierre, se trasladó en 1996 al jardín Pulpitos Regalones de Caleta Coloso en Antofagasta, lugar en el que ejerció como agente educativa por 26 años, motivo por el cual la comunidad del establecimiento la despidió con honores.
Emocionada, doña Rossana comenta “que tuve la oportunidad de trabajar en un lugar que vi crecer hasta lo que es hoy, antes el jardín Pulpitos Regalones era sólo una sala y el ver cómo está en la actualidad me hace sentir muy orgullosa”. Complementa que junto al equipo de este centro educativo “cosechamos muchos logros y el ver que varios de los niños que asistieron a él son profesionales, el que a una la reconozcan y la valoren es muy grande, es que es muy hermoso recibir el cariño de ellos”, afirmó.
Para la Directora Regional de Fundación Integra, Allison Viveros, “es motivo de orgullo para la región contar con una agente educativa tan comprometida, por ello no quisimos estar ajenos a su retiro que ha colmado de emoción al equipo educativo del jardín Pulpitos Regalones de Caleta Coloso y a toda la oficina regional, quienes vieron crecer a Rossana a lo largo de su trayectoria. Sólo nos resta agradecer toda su dedicación, entrega y valorar el legado que nos deja tras todos sus años de servicio”,
DESDE LA PAMPA A ANTOFAGASTA
Nacida y criada en Pedro de Valdivia, Rossana recuerda con cariño su vida en la pampa y cómo la educación parvularia fue fortaleciéndose con el paso de los años. “Al comienzo los jardines eran mirados como guarderías, pero de a poco le explicamos a las familias que los niños iban a aprender, a adquirir mayor autonomía y a expresarse libremente para alcanzar su desarrollo”.
Detalla que su llegada a Antofagasta significó un gran cambio pero también una importante oportunidad de desarrollo. “Fundación Integra me permitió obtener mi título como técnico superior en educación parvularia por lo cual estoy muy agradecida, como también de todas las capacitaciones y talleres de los que fui parte porque me ayudaron a fortalecer mis herramientas para ser una persona más idónea para trabajar con los niños”.
Doña Rossana se despidió entregando un mensaje a las nuevas generaciones de educadoras: “fortalezcan sus equipos y luchan incansablemente por los niños”, aseveró.
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