Con apenas un año y un mes, la hija menor de Ljubitza González ya sabe lo que es crecer entre aromas dulces, cajas de pedidos y recetas familiares. Emilia y su hermano mayor Felipe son parte esencial del motor que impulsa Pastelería Jacky, un negocio nacido hace 15 años en Antofagasta de la mano de Jacqueline, madre de Ljubitza, y que hoy vive su segunda generación con el toque emprendedor y moderno de su hija.
Compatibilizar la maternidad con la administración de un negocio ha sido todo un desafío. “Implica madrugar, planificar bien, estar muy presente en lo familiar: tareas, pruebas, resfríos, alimentación… pero también confiar en tu equipo y apoyarte en herramientas que te den más tiempo de calidad con tus hijos”, cuenta Ljubitza. Para lograrlo, una pieza clave ha sido el Punto de Venta de Defontana, una solución tecnológica que le permite tener el control total de su negocio desde cualquier lugar.
“Es como tener el negocio en la palma de la mano”, afirma. Gracias a Defontana puede revisar ventas, emitir boletas, hacer cotizaciones y monitorear stock sin necesidad de estar físicamente en el local. Ljubitza cuenta como fue pasar “del típico cuadernito “, un sistema manual, a una gestión digital mucho más ordenada, profesional y eficiente. “Gané tiempo, tranquilidad y seguridad para mis clientes. Es un alivio como mamá y como administradora”.
Pero para Ljubitza, el uso de tecnología no se trata solo de eficiencia, sino también de soñar en grande con los pies en la tierra. “Con Defontana puedo proyectar ventas, tomar decisiones informadas y planear el crecimiento del negocio familiar sin perder lo que lo hace único: su calidez en la atención, la frescura de sus productos y el toque casero que nuestros clientes valoran”.
“Nuestro sueño es llegar a más personas, ampliar la producción, incorporar nuevas líneas y quizás abrir un segundo punto de venta. Ser mamá y emprendedora es posible, pero con apoyo. Y estas herramientas digitales son una verdadera aliada para lograrlo”, concluye.
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